sábado, 27 de marzo de 2010

Camino hacia el silenco

Voy deprisa camino hacia el silencio,
donde mis pensamientos gritan,
donde mi cuerpo se suspende en afonía.

Mi piel se marchita sin permiso,
se agrieta esperando otro desenlace,
su palidez me perturba también en sueños.

Suspiro tan profundo como puedo,
deseo recordar cómo es estar vivo,
sólo un instante, no me obsesiona la vida.

De repente grito, me callo, y desvanezco,
cierro los ojos y me toco el cuerpo.
Aun estoy vivo, al menos tanto como puedo.

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