jueves, 1 de noviembre de 2012

Los muertos

Tu alma
putrefacta
roída
y consumida
por el pasado
enterrada
en el olvido
de los recuerdos
carcomida
por las lágrimas
de tu silencio.

Tus ojos
turbios
perdidos
en la niebla
del purgatorio
cansados
e inertes
no me hablan
no me besan.

Tu abandono
doloso
fúnebre
lastimero
que no perdona
ni a mis días
ni a mis noches
como un verdugo
despiadado
y sediento.

Tu promesa
perenne
sepultada
entre maderas
y gusanos
esperando
ser rescatada
padeciendo
la desdicha
del tiempo.
Tu amor
vive
vive
¡vive!
incólume
en mis células
lo respiro
del hedor
que dejó
tu partida.

0 comments:

Publicar un comentario